75 ideas para mejorar tus finanzas personales:
- Tu objetivo es la independencia financiera: ingresos pasivos mayores que gastos corrientes.
- No gastes más de lo que entre. Invierte la diferencia en activos que generen rentas.
- El ahorro en el presente compra libertad en el futuro. El gasto pierde atractivo el día que entiendes esto.
- Desde el concepto del interés compuesto ahorrar con 20 años es una buena idea.
- Ármate de paciencia. El largo plazo son décadas, no meses.
- Desde el concepto de la utilidad marginal decreciente ahorrar con 20 años es una mala idea.
- Con 18 eras feliz porque, aunque no tuvieras dinero, te llegaba para pagarte tus sueños.
- 3.000 euros a los 18 compran más felicidad que 30.000 a los 40.
- Explora opciones desde ‘posición que te jodan’. O espéralas sentado en el búnker financiero. Con el dinero, igual que ligando, las buenas oportunidades llegan cuando no estás buscando.
- El dinero compra tranquilidad. Pregúntaselo a los noruegos.
- ¿Tienes colchón para el cisne negro? 6 meses en cash, opera con margen de seguridad.
- La máxima de Kiyosaki: un activo pone dinero en tu bolsillo y un pasivo te lo quita. Un buen negocio es un activo. Un coche en ciudad es un pasivo. Un niño es un pasivo con potencial de activo.
- La clase media compra pasivos que confunde con activos. Su cenit financiero es el apartamento en la playa. Con vistas a la piscina comunitaria.
- He hecho los números con la segunda residencia: 300.000 euros / (15 días en verano x 40 años) = 500 euros la noche. Te sale más barato un hotel de 5 estrellas.
- No inviertas en ladrillo. Impuestos, intereses y mantenimiento neutralizan la dudosa revalorización del activo.
- Si no eres del Opus, ¿por qué quieres más de 4 habitaciones?
- La felicidad material es temporal. Desde pequeño que soñabas con el Porsche y a los 3 meses te cansas. Si añades la ansiedad por el arañazo te sale en negativo.
- Un viaje, en cambio, lo disfrutas en tres tiempos: preparándolo, viviéndolo y rememorándolo. No hay depreciación, los buenos recuerdos solo se revalorizan.
- Agua caliente, vuelos transatlánticos y comida mexicana. Luís XIV vivía con menos lujos y no se quejaba tanto.
- Satisfacción en términos relativos, no absolutos. ¿Tienes mejor coche que el vecino?
- Competimos en estructura de torneo hasta que alguien inventó la monogamia. El mercado del lujo explota un instinto maladaptado.
- La competición por estatus te empuja a seguir subiendo. Aunque ganes la carrera, seguirás siendo una rata.
- Renunciar a tus preferencias para encajarlas a las expectativas de desconocidos. No parece una estrategia inteligente.
- La trampa: esclavo de tu rango ajustarás gasto a salario.
- La paradoja: antes vivías con 2 y ahora no llegas con 4.
- Proyección de personalidad en la terraza de Ushuaïa. Quemar dinero en restricciones artificiales para así formar parte de la clase media-alta. Un ritual digno de los mayas.
- Tú ya eras feliz con un Lambrusco. ¿Qué mierdas haces buscándole matices al vino?
- El gasto en señalización está correlacionado con tu grado de inseguridad.
- La señal relevante funciona de forma sutil: la funda del iPhone me dice que no puedes permitirte romperlo.
- Los pobres compran lujo a crédito. La clase media compra lujo con salario. Los ricos compran lujo con rentas. Los billonarios no compran lujo.
- No creo en las clases sociales. Yo veo dos grupos: libertad financiera y dependencia financiera.
- Dos niveles de dependencia: por escasez y por expectativas. El primero es un problema económico. El segundo es un problema psicológico.
- Combate el instinto de validación social. Te ahorras problemas manteniendo perfil bajo.
- Solo la austeridad es sostenible. Los ricos de toda la vida conducen un Mercedes de 1994.
- El dinero compra la felicidad. Si sabes cómo gastarlo.
- El networking ofrece el mejor retorno. Sabio consejo de Kevin Kelly: «Un amigo con un barco es mejor que un barco.»
- Los depósitos a tipo fijo del Sabadell son peligrosos. La bolsa no es peligrosa.
- Invierte en fondos indexados manteniendo costes bajos. Echa un vistazo a la guía Cardinal.
- Diversifica y rebalancea cada 6 meses comprando la posición que ha perdido peso, ahora relativamente más barata.
- Lo que debería hacer: 100% S&P500 y revisar la cartera una vez al año. A largo plazo no necesito bonos.
- Lo que hago: 20% Nasdaq, 20% Nikkei, 20% bitcoin, 20% oro y 20% petróleo (¡sin entender lo del contango!) mirando la cotización en el móvil cada media hora.
- Tiene razón Kahneman: por mucho que conozca los sesgos seguiré cayendo en ellos.
- ¿Querrías conocer cada mañana el precio actualizado de tu casa? Ojalá perder la contraseña de mi bróker y no recuperarla hasta 2034.
- Invertir es aburrido. Si te lo pasas bien significa que te estás metiendo en problemas.
- El mercado no es perfecto, encontrarás gangas en la irracionalidad colectiva. Comprando cuando todos venden y vendiendo cuando todos compran.
- No compres acciones de la empresa en la que trabajas. Tampoco del Ibex. Vivir en España es riesgo suficiente.
- Busca compañías aburridas con una ventaja competitiva que puedas explicarle a un niño de 5 años. No busques compañías de las que presumir en una barbacoa, lo sexy está sobrevalorado.
- Si la recomendación viene de tu madre es una burbuja. Si la recomendación viene de un compañero de instituto al que no veías desde hacía años es una estafa piramidal.
- Keynes hablando de burbujas: «Los mercados pueden permanecer irracionales más tiempo del que tú puedes mantenerte solvente.» Quizá tienes razón pero… ¿puedes permitírtelo?
- Jimmy Connors sobre la función del valor asimétrico: “Odio perder más de lo que me gusta ganar.” Tenlo en cuenta gestionando tus apuestas. Si ya eres rico sería estúpido jugarlo con riesgo.
- ¿Cuánto estás dispuesto a perder? Aprovecha de joven tu mayor tolerancia a las pérdidas.
- Tu protección en los extremos. La haltera ofrece una posición segura y otra especulativa. Casarte con un contable y flirtear con un poeta. 90% bonos alemanes y 10% Ethereum.
- Lo del trading es mentira. El de los tatuajes está en negativo.
- No sigas la actualidad financiera. El precio de la acción ya incorpora la información publicada.
- Ignora las predicciones. Un astrólogo tiene más credibilidad que un economista. Double combo de Niño Becerra.
- Automatiza transferencias con protocolos externos, delega la decisión a tu bienintencionado yo futuro.
- La inflación es un impuesto. 15 años al 5% y habrás perdido la mitad del poder adquisitivo. Los bancos centrales seguirán imprimiendo. Bitcoin y oro son un seguro contra los gobiernos.
- El miedo es racional. Solo se sale de una crisis con ahorro, a pesar de lo que digan los keynesianos.
- En el largo no estás muerto, en el largo pagas los intereses de la deuda.
- No cuadran las cuentas con las pensiones de los baby boomers. Estima un recorte del 30%.
- La tarjeta de crédito sirve para alquilar un coche. Sería un error utilizarla para otro fines.
- Las rebajas no son una oportunidad.
- Racionalizamos compras impulsivas. Una vez en casa, con la cabeza fría, encontrarás una excusa (¡cualquiera!) para no devolver la batamanta.
- Diseñar un entorno sin tentaciones es más efectivo que trabajar la fuerza de voluntad.
- ¿Cuánto te pagan por hora? Recuerda la cifra antes de dar el número de la Visa.
- ¿Lo necesito o lo quiero? Consume con la mentalidad de posguerra de tu abuelo.
- Sé indulgente con los pequeños gastos. Si te hace feliz el frappuccino de 6 euros.
- ¿Cuánto vale tu hora? Compra tiempo subcontratando tareas antipáticas.
- El coste de Netflix no son los 9 euros mensuales, son las 10 horas semanales.
- Toda la educación financiera que necesita tu hijo adolescente: que entienda lo que cuesta ganar un euro.
- Internaliza tus riesgos, no asegures si puedes cubrir la pérdida.
- No te compres un jet privado. Extrema cautela (¡paranoico!) con los peligros de cola larga.
- Toda deuda esconde un coste de oportunidad. No hay financiación gratuita, aunque los tipos estén al 0.
- No es rico quien acumula capital para proyectar estatus en una escala social imaginaria. Rico es quien tiene opciones.
- En este orden: piensa qué vida quieres y prepara un plan financiero.